Toda vez que me encuentro en el ecuador de las vacaciones y ya he descansado, vagueado y tumbado lo suficiente como para quitarme el estrés de todo el año de trabajo, me he propuesto hacer alguna actividad productiva que me entretenga. En veranos anteriores he estudiado alemán (con poco éxito, por cierto), escrito reseñas de discos para un par de webs, repasado inglés, gramática y ortografía española, revisado temporadas de series y sagas de películas imprescindibles, etc.
Pues bien, este verano me he propuesto darle vida al blog. Mi intención es colgar, como mínimo, una entrada diaria y tratar diferentes temas de la vida cotidiana, impresiones de lo que sucede en el mundo-desde lo más cercano a lo más lejano- y, cómo no, el cine, la música, la literatura o los viajes estarán muy presentes en este espacio.
En los próximos días, subiré entradas relacionadas con música y actualidad: noticias, reseñas, crónicas de conciertos y alguna que otra sorpresilla más.
A raíz de un comentario leído en Facebook, llevan todo el día rondando en mi cabeza los conceptos ingleses 'solitude' y 'loneliness', y como no podía ser de otra manera mis neuronas no han parado de martillear desde ese momento una canción donde ambas palabras aparecen (Wings of God de ANATHEMA). Por cierto, temarral muy floydiano perteneciente a mi disco favorito de los de la ribera del Mersey, Judgement (Music for Nations, 1999)
Si echamos mano del amigo que nunca falla, el Oxford Dictionary, nos encontramos con las siguientes definiciones:
"Solitude": 'The state of being alone, especially when you find this pleasant'. Esto es, 'estar sólo y disfrutar de esta soledad'.
"Loneliness": 'An unhappy feeling related with the lack of friends or people to talk to'. Que viene a significar 'sensación de tristeza por la ausencia de amigos o nadie con quien hablar'.
El caso es que, si ahondamos un poquito en el concepto, hay ocasiones en las que podemos estar rodeados de personas y sentirnos en la más absoluta soledad, cuando en realidad lo que anhelamos es comunicación, afecto, cariño, en definitiva: sentirnos parte de este mundo. Pero, por otro lado, existen otros momentos en los que necesitamos esa soledad voluntaria, en la que buscamos nuestro rinconcito para reflexionar, leer, imaginar, soñar, encontrarnos,...
Pd. Aparte del tema de ANATHEMA, se me viene a la cabeza otra gran coplilla, en este caso de BLACK SABBATH, donde se aborda este tema de la soledad. Apaga las luces y déjate llevar...
Para los seguidores de la abominable banda de Birminghan, el origen de parte del nombre de este blog no debe ser ninguna sorpresa. Incluido en el histórico "From Enslavement to Obliteration" (Earache, 1988), Lucid Fairytale es el tercer corte del lp y su elección como nombre para el blog no se debe a razones musicales o cuestiones letrísticas, no. Me mola el título y su segunda palabra (cuentos de hadas) agrupa buena parte de los contenidos de la página: textos, críticas, comentarios, ensayos, etc. Frente a la parte brillante y lúcida, nos encontramos con Dark Rhymes que completa el círculo con un enfoque oscuro y tenebrista. Vamos, un apunte innecesario, una perogrullada que no aporta nada en esta aburrida y calurosísima tarde de domingo en donde las neuronas está a punto de estallar, pero que igual algún lector agradece.
Y ya que hemos hablado de unos titanes como la banda de Shane Embury and Co., no puedo más que rendir mi más sentido tributo a estos auténticos jefazos, ejemplo plausible de autenticidad y compromiso, algo bastante complicado de encontrar en los tiempos que corren, ¿verdad? Nada más y nada menos que treinta y tres años en la brecha, un buen puñado de discos en el zurrón, una trayectoria regular con muchas más luces que sombras, un directo BRU-TAL y una defensa a ultranza de sus ideas y convicciones hacen de NAPALM DEATH una de las formaciones de grindcore y metal más importantes de la historia y completamente imprescindibles en el panorama actual. Os dejo algunos de mis temas favoritos para que los degustéis plácidamente mientras os tomáis un delicioso té con una nube de leche y unas exquisitas galletitas escocesas de mantequilla, como no podía ser de otra manera.
Llevo varios días regurgitando en mi interior lo que está ocurriendo en Gaza y comentando entre mis allegados el horripilante genocidio que está cometiendo el ejército israelí con la población civil palestina. El último episodio - bombardeo de una escuela de Educación Primaria habilitada por la ONU - , otra despiadada barbarie de esta cruenta pesadilla que se vuelve a librar en Oriente Próximo, me ha obligado a volcar en este humilde espacio mi sentir al respecto.
Vaya por delante que este tipo de situaciones me producen un tremendo desasosiego y me hacen desconfiar por completo del ser humano. Siento vergüenza de mi especie cuando presencio cualquier conflicto de este tipo y recuerdo esa simple, pero imprescindible cita que aprendí en mi infancia: "Dos no se pelean, si uno no quiere".
La guerra entre Israel y Hamás vuelve a estar en el candelero, enemigos irreconciliables, una relación enquistada que ha conducido nuevamente a una situación límite y que está produciendo unos ¿DAÑOS COLATERALES? cruentos. Por más que intento meterme en la piel de esos dirigentes judíos y encontrar una mínima razón que ampare estos ataques indiscriminados sobre población civil, no encuentro respuesta. ¿Qué puede mover a un tipo a permitir un bombardeo a una escuela, un hospital o una playa? ¿Odio? ¿Ira? ¿Sinrazón? ¿Egoísmo? ¿Fanatismo? ¿Ignorancia? Es una evidencia que con sus terribles acciones, que no dejan de ser, no nos olvidemos, actos terroristas amparados por el beneplácito de una inepta comunidad internacional, Israel sigue creando el caldo de cultivo para que Hamás pueda seguir reclutando activistas y cometiendo, a su vez, actos terroristas en el futuro cercano.
A pesar de que podemos estar expuestos a una manipulación de los mass media, la evidente escalada de la violencia de estos días reflejada en las imágenes ofrecidas por los medios de comunicación, las declaraciones de los cooperantes de diferentes organizaciones y periodistas que se encuentran en el lugar del conflicto- a los que curiosamente Israel ha pedido que abandonen el lugar- no hacen más que refrendar mi opinión al respecto. Israel necesita un enemigo, no desea una solución al conflicto, se siente cómodo en su papel de "verdugo que una vez fue víctima" y no van a parar hasta que logren su cometido que no es otro que acabar con el estado y ocupar de pleno el territorio palestino.
Afirmar que albergo esperanzas de una solución a este enfrentamiento, sería engañarme a mí mismo. Este conflicto no tiene visos de arreglo. Por un lado, tenemos a los yihadistas de Hamás, acusados de auténticas barbaridades incluido utilizar escudos humanos para evitar los ataques de su enemigo. Por otro lado, las advertencias de la ONU son ignoradas tajantemente y contestadas a golpe de misil contra civiles palestinos por parte israelí. Y por último, los mediadores internacionales, EEUU en este caso, no quieren complicaciones y lanzan mensajes ambiguos. En un mundo tan despiadado como en el que vivimos, donde prima el poder económico, los estadounidenses jamás van a lanzar piedras contra su propio tejado siendo algunos de los mandamases de la Reserva Federal del país de origen judío.
Para finalizar, leo con tristeza cómo se acentúa en países europeos el antisemitismo motivado por los últimos acontecimientos. El odio conduce al odio y parece que no hemos aprendido nada de nuestra historia reciente. Un ejemplo de lo que acabo de comentar se vivió hace unos días durante un partido amistoso en Austria entre el Lille y el Maccabi Haifa. Sobran comentarios:
Es una utopía, pero el mensaje de Lennon hoy en día es más necesario que nunca.
Give Peace a Chance JOHN LENNON
Os dejo algunos links con la opinión de algunos personajes conocidos que merece la pena leer:
Semanas atrás se ha cumplido el vigésimo aniversario de la publicación de una de las obras más influyentes de la década de los noventa. Hablamos nada más y nada menos que de la tercera obra de KYUSS, Welcome to Sky Valley (Elektra,1994). Como no podía ser de otra manera, dejo unas palabras en homenaje a uno de mis discos imprescindibles. Paseíto por el desierto
Veinte años se dice pronto, pero nuestros tímpanos pueden asegurar que la obra suena tan fresca, crujiente y épica como entonces. Incrustada entre otras dos obras seminales como fueron Blues for the Red Sun (Dali Records,1992) y...And the circus Leaves Town (Elektra, 1995), el paso del tiempo no ha hecho sino refrendar lo que se vislumbraba ya por aquellos entonces: Welcome to Sky Valley es una auténtica apisonadora sónica, un disco atemporal y fascinante que encierra algunos de los tesoros mejor guardados del rock americano. En sus poco más de 50 minutos encontramos el crisol perfecto donde KYUSS fundió el abrasivo calor del desierto californiano con el legado del genio Iommi, el gusto por las jam sessions de los grupazos de los 70 y la psicodelia, creando un cóctel perfecto que rezuma espontaneidad, calidad y autenticidad.
Desde la brutal bienvenida con Gardenia con ese abrasivo y saturado riff principal, al cierre con la fascinante y envolvente Whitewater, el viaje que nos regalan Homme y Cía. es de una belleza ilimitada, plagada de innumerables detalles instrumentales que hacen de su escucha una experiencia inolvidable y sumamente adictiva. Hay que remarcar que los cuatro miembros del grupo brillan con luz propia a lo largo y ancho de los surcos del plástico y que la incorporación de Scott Reeder a las cuatro cuerdas supuso un verdadero plus para la formación tras la marcha del pirado de Nick Olivieri.
Bueno, os dejo con el disco y con una última recomendación que, de manera acertada, la banda incluyó en los créditos del lp:
La trayectoria de Nicke Andersson es bien conocida a estas alturas de la película. Batería y principal compositor de Entombed, dejó la banda tras brindarnos algunas de las obras más memorables del death metal para seguir su carrera en su proyecto rockero, The Hellacopters. El ambicioso Nicke no se conformaba con ser uno de los jefazos de la movida extrema sueca de finales de los ’80 e inicios de los ’90, y de nuevo su talento y su carisma se iban a ver envueltos en otro movimiento musical de notable repercusión. En este caso en Escandinavia se gestó una importante escena retro que reivindicaba el garage rock de los 60 y 70 y bebía los vientos por los primeros Kiss y la escena de Detroit: The Stooges, MC5 o la Sonic’s Rendezvous Band. Obviamente, nuestro protagonista no iba a conformarse con ser un mero comparsa en semejante movida y pondría toda la carne en el asador para, como ocurriera en la Swedish Death Metal Old School, estar en la primera línea de fuego.
De este modo el death metal perdía a una de sus joyas más preciadas, mientras que el rock se hacía de un diamante en bruto que disco tras disco con sus ‘Copters se encargaría de regalarnos algunas de las obras más interesantes de los últimos 15 años.
High Visibility es la cuarta publicación de su discografía, la primera con una multinacional (Universal) y con la que abandonan de forma definitiva el sonido sucio, punketa y guerrillero que predominaba en sus dos primeras obras y que aún asomaba en algunos tracks del inmediatamente anterior Grande Rock, para decantarse por un rock fresco y más pulido dotado de una producción limpia y cuidada que mostraría el camino a seguir en sus futuras publicaciones.
La madurez compositiva de la banda, y de Nicke en especial, que ya se intuía en tracks anteriores como “Welcome To Hell” o “The Devil Stole…”, queda plasmada en esta obra en cortes tan brillantes como el opener “Hopeless Case Of a Kid In Denial”, donde destacan, entre otras cosas, esas guitarras acústicas, “Sometimes I Don’t Know” (mi favorita), “Throw Away Heroes” o “Toys and Flavours” (poned atención al maravilloso órgano y al solo de guitarra en esta última), composiciones cargadas de hermosas melodías en las que observamos como la presencia de Bobba y sus teclados han ganado enteros en la propuesta musical de la banda, de hecho había figurado como colaborador en álbumes anteriores pero es en este donde aparece por primera vez como miembro oficial de la banda.
Con “You’re Too Good For Me Baby”, los suecos se marcan una versión de Silky Hargreaves, bastante fiel a la original aunque más acelerada, con unos buenos coros y que de no aparecer en los créditos, jamás hubiera intuido que se trataba de un cover.
También hay espacio en High Visibility para temas más calmados. Es cierto que la adrenalina no fluye como antaño, pero el primer respiro serio no nos llega hasta el séptimo tema con “No Song Unheard”, aspecto que se repite con “No One’s Gonna Do It For You”, medio tiempo baladístico, en el que hallamos la que puede ser la mejor interpretación de Nicke al micro del plástico. Por otro lado, “Truckloads Of Nothin’”, con su arisco riff unido a su excelente puente+estribillo y "A Heart Without Home", con ese inicio tan Kiss, nos devuelven a unos derroteros más directos que continúan en la tripleta final. Tanto en “I Wanna Touch” como en “Hurtin’ Time” sueltan el freno de mano para presentarnos su enfoque más desenfadado y frenético, recordándonos la segunda de ellas a lo grabado en anteriores lps. Curiosamente “Hurtin’ Time” está co-escrita por Scott Morgan, de la Sonic’s Rendezvous Band, con el que posteriormente Nicke colaboraría en el ultra-recomendado proyecto The Solution. Para finalizar, otro buen derroche de energía con “Envious”, el track más extenso del lp (apenas 4 minutos) y que supone un estupendo broche final a High Visibility, conjugando todo lo expuesto en los temas anteriores y dando una vez más con la bendita fórmula mágica por la que cualquier banda mataría: un par de buenos riffs pegadizos, estribillo coreable y adictivo, puente matador y solos más que notables. ¿Qué sencillo parece verdad?
En definitiva, enorme paso en firme en la evolución de los ‘Copters, un disco muy recomendable cargado de buenas composiciones y grandes melodías, ideal para comenzar a descubrir a esta sensacional agrupación sueca si todavía eres de aquellos que todavía no le ha hincado el diente.