sábado, 26 de julio de 2014

Conflicto en Gaza


Llevo varios días regurgitando en mi interior lo que está ocurriendo en Gaza y comentando entre mis allegados el horripilante genocidio que está cometiendo el ejército israelí con la población civil palestina. El último episodio - bombardeo de una escuela de Educación Primaria habilitada por la ONU - , otra despiadada barbarie de esta cruenta pesadilla que se vuelve a librar en Oriente Próximo, me ha obligado a volcar en este humilde espacio mi sentir al respecto.

Vaya por delante que este tipo de situaciones me producen un tremendo desasosiego y me hacen desconfiar por completo del ser humano. Siento vergüenza de mi especie cuando presencio cualquier conflicto de este tipo y recuerdo esa simple, pero imprescindible cita que aprendí en mi infancia: "Dos no se pelean, si uno no quiere".

La guerra entre Israel y Hamás vuelve a estar en el candelero, enemigos irreconciliables, una relación enquistada que ha conducido nuevamente a una situación límite y que está produciendo unos ¿DAÑOS COLATERALES?  cruentos. Por más que intento meterme en la piel de esos dirigentes judíos y encontrar una mínima razón que ampare estos ataques indiscriminados sobre población civil, no encuentro respuesta. ¿Qué puede mover a un tipo a permitir un bombardeo a una escuela, un hospital o una playa? ¿Odio? ¿Ira? ¿Sinrazón? ¿Egoísmo? ¿Fanatismo? ¿Ignorancia?  Es una evidencia que con sus terribles acciones, que no dejan de ser, no nos olvidemos, actos terroristas amparados por el beneplácito de una inepta comunidad internacional, Israel sigue creando el caldo de cultivo para que Hamás pueda seguir reclutando activistas y cometiendo, a su vez, actos terroristas en el futuro cercano.



A pesar de que podemos estar expuestos a una manipulación de los mass media, la evidente escalada de la violencia de estos días reflejada en las imágenes ofrecidas por los medios de comunicación, las declaraciones de los cooperantes de diferentes organizaciones y periodistas  que se encuentran en el lugar del conflicto- a los que curiosamente Israel ha pedido que abandonen el lugar- no hacen más que refrendar mi opinión al respecto. Israel necesita un enemigo, no desea una solución al conflicto, se siente cómodo en su papel de "verdugo que una vez fue víctima" y no van a parar hasta que logren su cometido que no es otro que acabar con el estado y ocupar de pleno el territorio palestino.

Afirmar que albergo esperanzas de una solución a este enfrentamiento, sería engañarme a mí mismo. Este conflicto no tiene visos de arreglo. Por un lado, tenemos a los yihadistas de Hamás, acusados de auténticas barbaridades incluido utilizar escudos humanos para evitar los ataques de su enemigo. Por otro lado,  las advertencias de la ONU son ignoradas tajantemente y contestadas a golpe de  misil contra civiles palestinos por parte israelí. Y por último, los mediadores internacionales, EEUU en este caso, no quieren complicaciones y lanzan mensajes ambiguos. En un mundo tan despiadado como en el que vivimos, donde prima el poder económico, los estadounidenses jamás van a lanzar piedras contra su propio tejado siendo algunos de los mandamases de la Reserva Federal del país de origen judío.

Sinceramente, la única posibilidad que se me ocurre para que esta situación no empeore la tiene la población de Israel, aunque los objetores a la política sionista de su estado aún son minoría.

Para finalizar, leo con tristeza cómo se acentúa en países europeos el antisemitismo motivado por los últimos acontecimientos. El odio conduce al odio y parece que no hemos aprendido nada de nuestra historia reciente. Un ejemplo de lo que acabo de comentar se vivió hace unos días durante un partido amistoso en Austria entre el Lille y el Maccabi Haifa. Sobran comentarios:



Es una utopía, pero el mensaje de Lennon hoy en día es más necesario que nunca.

                                                      Give Peace a Chance JOHN LENNON

Os dejo algunos links con la opinión de algunos personajes conocidos que merece la pena leer:

Adolfo Pérez Esquivel

Santiago Auserón

Javier Bardem


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