jueves, 21 de julio de 2011

DEATH BREATH - Death Breath EP




El regreso del hijo pródigo.

Así podríamos subtitular esta reseña que supuso el retorno del polifacético Nicke Andersson a los sonidos que lo elevaron a los altares del metal extremo con los legendarios e influyentes Entombed. Y para seros sinceros, tengo que decir que ya era hora, pues aunque el bagaje tanto con The Hellacopters como con The Solution es altamente recomendable y merece todos mis respetos, este pollo ha nacido para hacer death metal y además del bueno, como así lo atestigua el 7” que hoy traemos a Dark Rhymes & Lucid Fairytales.

Según palabras del propio Andersson, uno de los motivos principales que le llevó a volver a componer death metal fue su hartazgo respecto a la escena actual del género y, en consencuencia, su deseo de componer la música extrema que a él le gustaría escuchar. Con toda seguridad, la música que tenía en mente el sueco no era ni más ni menos que la de viejos héroes como Autopsy, Repulsion, los Death más primitivos o incluso sus Entombed/Nihilist primigenios, pues es precisamente a esas influyentes formaciones a lo que “apesta” terriblemente este EP, a death metal a la antigua usanza, crudo y sucio, muy lejos de las obras ultratécnicas, megaproducidas y retocadas en estudio que pululan hoy en día en la escena. Además, este “back to the roots” también se vio notablemente imbuido por el tiempo que pasó trabajando en la reedición de los demos de Nihilist y su participación en el libro de Daniel Ekeroth, “Swedish Death Metal”.

De este modo, en 2006, aprovechando una parada en la rutina disco-promoción –gira de los ‘Copters, el bueno de Nicke unió fuerzas con Robert Perhsson (la otra mitad de la banda) y con Mange Hedquist y grabaron las tres pistas que componen este EP, que no es más ni menos que un atractivo adelanto de lo que un par de meses después sería el primer y único disco que los suecos han grabado hasta la fecha, “Stinking Up The Night”, y que, junto al posterior MCD “Let It Stink” (con guiño y parodia en título y portada a los escarabajos más famosos del mundo), completan la discografía de estos Death Breath. Y digo atractivo porque el caramelo incluye dos temas inéditos, sacados de las sesiones de grabación del disco, y que sólo vieron la luz a través de este trabajo.

Metámonos en faena:

“Death Breath” es el tema que da título a la obra y, al mismo tiempo, a la banda; podemos asegurar que nos captura desde su siniestro e inquietante inicio y que supone una excelente carta de presentación de la banda en sociedad. Tras ese inquietante riff inicial, nos damos de bruces con el punzante y arrollador ritmo principal del tema, un definitivo rompecuellos, simple y contundente. A destacar el break a mitad de tema, en la onda deathrollera de un Wolverine/To Ride. La letra es de lo más dantesco, el fétido aliento de un muerto viviente puede acabar con la vida de lo que se encuentre a su paso. Recomiendo la visión del video, prueba palpable de que se pueden conseguir cosillas interesantes con pocos medios.


Video del tema Death Breath


En los apenas 2 minutos y medio de duración del siguiente track, “Corpses of Death” no hay concesión alguna, la intensidad se eleva aún más si cabe que en el destripante tema inicial. Andersson golpea la batería como si de un martillo pilón se tratara y el daño en nuestro cerebro es de órdago y comienza a ser irreparable. Por otro lado, la labor vocal en este track recae en los guturales de Markus Karlsson (I QUIT), quien le otorga un enfoque más angustioso y sofocante que Perhsson. Tanto en “Corpses Of Death” como en “Matricide” (el cierre del EP) el sonido es más sucio y trabado que en el tema título, hecho que según he podido averiguar, fue realizado a conciencia pues, este último procede de las sesiones de grabación del disco, mientras que los otros dos tracks, a pesar de que fueron compuestos en las mismas sesiones, fueron grabados en otro estudio, para darle un enfoque más rancio y vieja escuela y otorgarle al trabajo el añejo sonido de los 7” de primeros de los ’90.

Cerramos este EP con "Matricide", otro trallazo que apenas sobrepasa los dos minutos y medio y, aunque el daño ya está hecho y nuestras neuronas pueden dar buena fe de ello, a estas alturas nos da absolutamente igual, porque lo que nos encontramos es el caramelo absoluto de este EP. A los seguidores del “Clandestine” se les pondrá una sonrisa de oreja a oreja cuando escuchen el inicio y ritmo principal de semejante aplanadora, pues (o mis oídos me engañan) suena horrores al comienzo de “Chaos Breed”. Esa guitarra inicial tiene copyright del señor Nicke Andersson, suena más a Entombed old school que todo lo que han hecho sus excompañeros desde que se fue su alma mater, por mucho que duela decirlo.

En definitiva, una muy destacable vuelta de Nicke Andersson a los terrenos del death tras una década rockeando, así como un excelente aperitivo de lo que nos podemos encontrar en la (hasta ahora) corta discografía de estos suecos de putrefacto aliento, que probablemente se verá aumentada a principios de año con una nueva obra. Recomendado para los seguidores del death metal old school en general y especialmente para los que sufrieron un coitus interruptus con la marcha de Andersson de Entombed.

75/100

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